Me llamo Iñigo Montoya, fallé el último tiro en Madrid en el 2007, juré vengarme y buscar la victoria de todas las maneras posibles, y encontré mi venganza en Polonia, tras torpes aventuras, un dedo roto y desdichas.

A pesar de que mis contrincantes han sido débiles y faltos de calidad con la espada, y a pesar de haber echo el rídiculo en sendos duelos a principio de esta aventura, yo IÑIGO MONTOYA he ganado el ORO por perseverancia de mis ideales, porque no se puede ser conquistador de America y el Mundo sin serlo de una Europa que aunque disminuida en fuerza y armas ha habido que superarla duelo a duelo con la destreza que creímos olvidada y que recuperamos a golpe de florete. Y lo he ganado yo, a pesar de arriesgar su vida por mi, caballeros tan diestros en el arte de la espada como Don Rudy de Portland o Don Juan Carlos De Navarro Conde de Barcelona o Don Felipe Reyes del reino de Madrid, otros caballeros del mismo tercio como Don Rubio ex virrey de Minnesota o Don Garbo zar de Rusia no solo decepcionaron en esta aventura sino que su honor y su reputación quedó mancillada rápidamente aunque digan las habladurias de los bufones que escriben sobre nosotros que son caballeros ágiles y fieles. Pardiez!, no dudo que sean fieles, mas de una vez he tenido que sacarles las castañas del fuego defendiéndoles de esos bufones que huelen carroña cuando la batalla se pierde y llenan de flores cuando dicha batalla tiñe sangre de los derrotados.

Una batalla, fatalmente relatada por los pintores polacos cuyas imágenes eran de un surrealismo para los ojos impropia de tiempos modernos.

Mi maestro de esgrima, Italiano él, de técnica impura y basta, tuve que darle clases de florete español ponerle en su sitio, y enseñarle que la esgrima es un arte donde la calidad de la posición defensiva es vital para un ataque certero, siempre poniendo a los mejores espadas en su momento justo, reconozco que ha mi maestro le costó dicha enseñanza pero mi batallón rebelose y demostró que no hay filo que nos pueda atravesar. El maestro italiano apenas participó de la celebración de la batalla de Polonia, pero es que esperamos su reemplazo lo antes posible.

Porque en este batallon, mandamos los viejos mosqueteros, y a los que me son fieles pero ya no duchos con la espada como Don Garbo, seguiré confiando en él porque dicen las malas lenguas que además de fiel es nexo de unión y corazón para este batallón, cierto es que su espada desespera pero de ánimos tambien se vive.

Y rezo por un futuro tan dorado, esperando aprender de los errores cometidos y que Don Saezleone, Cardenal de las Españas, nos guie espiritualemente con un mesías que ordene nuestras espadas mejor de lo que hemos echo, porque la próxima Batalla de Londres, no habrá contrincantes débiles como ahora, porque éstos débiles se reforzaran y vendrán los conquistadores de américa que no quisieron batallar esta vez, aparte que vendrá el imperio Americano con todos su tropeles y armas nuevas, Vendrán los guerrilleros Argentinos que no son mancos con el florete y el Imperio Chino y …..Dios esa si que va  ser una batalla, que Dios me de salud y años para morir por ella, que la Virgen enseñe su credo de una vez a Don Rubio y aprenda a matar con la espada,pero mientras eso ocurra disfrutemos de los tesoros encontrados, del ORO que nos ha costado casi una rebelion interna hoy olvidada por todos. Tal ha sido el Triunfo que penas pasadas no mueven molino.

Pongo mis naves rumbo a Ámerica a defender mis dominios, porque soy IÑIGO MONTOYA Y HE CONSUMADO MI VENGANZA.